viernes, julio 27, 2007

Let's talk about me for a minute


Bueno, esto es en respuesta al juego propuesto por mi amigo-hermano vlv aunque debo admitir que me la dejó difícil. Se trata de enumerar 8 cosas de sí mismo e invitar a 8 blogueros a hacer lo mismo, y así sucesivamente. Hice el intento por encontrar a 8 personas que no hubiesen participado antes pero no encontré casi a nadie, por lo que decidí cortar la cadena (que dicho sea de paso, es algo que me encanta hacer jejeje)
Como dije, está difícil... no soy muy bueno para hablar de mi pero acá van mis garabatos.

1. Soy inconstante. En general parto super entusiasmado en casi cualquier cosa que me proponga hacer. Pero cuando se transforma en rutina... muero.

2. He aprendido a ser más tolerante conforme pasan los años y las circunstancias me han amoldado. Pasé de ser un tipo muy sensible pero forrado en una coraza, a ser un reconocido mortal lleno de imperfecciones que suele equivocarse más de lo que quisiera y que ya no teme tanto mostrarse vulnerable. Vaya que sirven las experiencias (propias y ajenas)...

3. Sigo pensando que tengo mucho potencial pero estoy algo cansado de llevar esa mochila. Muchas veces me he sentido estresado por no poder encajar mis expectativas con el esfuerzo que debo poner para alcanzarlas. Está más que claro que el talento no sirve sin el empeño. Y a mi a veces me pasa que confío demasiado en mi talento y me dejo estar. El problema es que ahí la brecha entre expectativas y resultados produce una gran frustración, sobre todo porque estoy consciente que lo que faltó fue poner más de mi.

4. Estoy tomando cada vez más conciencia del paso de los años. No es que esté nostálgico ni que esté disconforme con mi vida a los 35 años. Pero siento que todo pasó muy rápido, que aun cuando disfruté mucho mi juventud nadie me avisó que de repente me parecería tanto al estereotipo del "señor de corbata" que nunca pensé que llegaría a ser. Es como que el lolo de jeans rotos y zapatillas que salía con amigos a carretear y buscar minas se volvió a mirar al espejo... y se encontró con un señor de corbata, manejando un auto de caballero y pensando en asegurar su futuro, reclamando por los elevados gastos comunes, y preocupado por la educación que quisiera darle a sus hijos si es que llegan algún día.

5. Me he sentido un poco solo ultimamente. Y tengo mucho miedo de convertirme en un ser huraño. Durante harto tiempo busqué la soledad, cultivé relaciones distantes con todos (amigos, familia, pololas) y creo que era porque siempre he disfrutado el estar solo. Ahora estoy en un momento extraño, formando una familia del modo más atípico que podría haber imaginado. Aunque más feliz que nunca, me siento lejos de los que siempre he querido. ¿Será que cada cual está en lo suyo? ¿Será que es momento de empezar la segunda parte de mi vida, como jefe de familia y todo eso? Me encanta la idea, soy feliz y estoy realizado... pero ¿dónde quedó la (poca) gente que me rodeaba?

6. Soy cómodo, aunque no flojo. Pero entre mis prioridades está el vivir cómodamente, disfrutar con lo que me gusta, descansar y evitar los esfuerzos muy agotadores. Siempre he sido así en todo caso, no tiene nada que ver con la edad. Visto del modo negativo, esta actitud podría sintetizarse en la mezquina "ley del mínimo esfuerzo". Pero yo lo veo del lado positivo: vivo como me gusta y no tengo aspiraciones desproporcionadas respecto de mis posibilidades. Es decir, no me voy a matar por alcanzar logros que en realidad no me interesan.

7. Soy crítico en extremo y eso sí que me ha causado penas grandes. Aclaro que no sólo soy crítico con los demás sino tremendamente duro conmigo mismo, aunque no lo parezca. Muchas veces salgo en mi propia defensa cuando me siento atacado, pero a la larga siempre encuentro que hice algo mal y me reprendo por eso. Soy perfeccionista, meticuloso, me cuesta dejar las cosas a medias y prefiero mil veces no hacer algo antes que hacerlo mal. Y lo mismo espero de los demás, me carga cuando los compromisos no se cumplen o el trabajo no es riguroso.

8. Al fin el último. Soy admirador de mis padres. Han sido para mi un ejemplo desde todo punto de vista, y hoy me cuesta mucho encontrarles algo malo. Errores cometidos, varios. Pero como todo el mundo. Sin embargo, son la cristalización de todos los valores y principios que me sostienen hasta el día de hoy, y testimonios vivos de virtudes como la generosidad, honestidad, espíritu de sacrificio, amor a toda prueba, sencillez, y uuuuuufff podría llenar páginas con la admiración y agradecimiento que siento por ellos. Si de verdad pudiese pedir un deseo, sería que no se mueran nunca porque el mundo los necesita.