lunes, noviembre 26, 2007

Cuando la muerte acecha




Por circunstancias en las que no me detendré, he sido testigo en estos días de algo que ha vuelto a remover las poco cristalinas aguas que hace algún tiempo llenan el pozo de mi fe cristiana. Como saben, recibí una formación católica en el colegio, no muy reforzada en la casa ni en mi entorno más cercano, pero más que eso yo destacaría la "enseñanza moral" que recibí en el movimiento Scout, que sí marcó mi adolescencia y mi vida respecto al cómo ser una mejor persona. Suena ñoño pero para qué lo vamos a negar: el modelo me ha servido hasta hoy, y en eso sí que mi casa actuó como una gran caja de resonancia.

Me distancié de la religión cuando salí del colegio. Volví a tomar distancia cuando murió mi abuela de un cancer muy cruel que la tuvo injustamente sufriendo al límite de lo soportable. Nunca he entendido qué extrañas razones tendrá Dios para someter a dolores semejantes a personas, como ella, que han dedicado su vida a seguir el ejemplo de Jesús y han obrado casi como "santos en vida", postergando sus propias aspiraciones en pos de auxiliar a los que necesitan de su ayuda.

Por estos días una madre de 49 años, cuya hija mejor tiene 4, enfrenta la muerte pues el cáncer del que suponía se había liberado hace 5 años tras una delicada operación, volvió con fuerza y esta vez es incurable. Nuevamente se trata de una persona muy devota y seguidora de Cristo, que participa más que activamente en su iglesia y es un testimonio vivo de la santidad de Dios. Digamos, como para graficar, que quizás el Papa nomás sea más santo que ella.

Tan apegada y confiada de la gracia divina estuvo siempre esta madre, que su fe la llevó a desestimar los tratamientos médicos que le fueron sugeridos cuando los síntomas de este nuevo rebrote cancerígeno comenzaron a aparecer. "Dios no permitirá que vuelva a sufrir", decía ella con una fe que a ratos me parece una cortina para esconder el pavor de enfrentar una realidad espantosa como la que vive hoy. Su círculo más cercano refrendó esta opción de dejar todo en las manos del Señor y de tener como único desahogo la oración.


Sí, es cierto, podría uno pensar que Dios quiso que esta madre padeciera nuevamente este mal para despedirse de su paso por la Tierra y entrar definitivamente al reino de los cielos. Aun cuando tiene sólo 49 años, aún cuando dejará huérfana a su hija de 4 años, y sin considerar que el padecimiento extremo que sufre (el cáncer tiene comprometido casi todo su cuerpo y le produce intensos dolores que la tienen casi inconsciente) y olvidando que podría haber gozado de alguna "gracia divina" por haber sido una fiel servidora del Señor.
¿Pero y si no fue así, y si fue ella misma quien desestimó la ayuda que El quiso enviarle, a través del equipo médico que la atendía? Suena como al chiste del náufrago que reclama a Dios una vez en el cielo por haberlo dejado morir y no haber bajado a rescatarlo, a lo que éste le responde "pero si envié 3 helicópteros a buscarte y tú no quisiste subir". ¿Qué tal si, aferrada a la supuesta voluntad de Dios, esta madre simplemente no entendió la señal divina que le mostraba el camino de la medicina para detener el avance -entonces prematuro- del cáncer cuando recién aparecieron los síntomas?
Hoy ya no queda nada por hacer y ella irremediablemente morirá, a menos que suceda un milagro. Su salud se deteriora rápidamente y tememos lo peor para muy pronto, lo que sin duda dejará una estela de tristeza profunda que incluso me alcanzará a mi. A lo que tengo que agregar la inmensa duda respecto a la opción escogida. ¿Podría ella haber encontrado otro destino de no haber tenido tanta fe en Dios?

jueves, octubre 18, 2007

Fascinado


Nada que decir... exquisito en todo sentido.

Esto es lo que llamo un cambio total, pero para bien. Había que atreverse ¿no?

miércoles, septiembre 26, 2007

Quisiera parecerme a mi papá cuando tenía 36


Y ya van 36 años. Mi papá cumplió esa edad en 1980, cuando yo tenía 9 y ya estaba en 4º básico. Me acuerdo de mi papá cuando él tenía esa edad pero no logro "meterme" hoy en esa imagen. No sé si me explico: no consigo verme ahora como mi papá cuando tenía 36 años.

No tiene que ver con sentirse jóven o viejo -aunque no puedo desconocer que los años pasan sin piedad- sino con la situación de vida de cada uno al momento de cumplir esta edad. Sin duda los tiempos han cambiado, los jóvenes de hoy seguimos siéndolo hasta bien pasaditos los 30 cosa que antes era impensable.

Los "mamones", que eran los menos y se resistían a asumir su rol de adultos e independientes, evitaban como fuera el dejar la casa de los padres. Pero la gran mayoría pujaba por liberarse del yugo paterno, formar un hogar y un familia, comenzar a vivir la vida de verdad. Hoy tengo un amigo (mayor que yo) que, aun siendo capaz de hacer todo esto sigue prefiriendo la casa materna, la soltería, los carretes, y el disfrute personal de las ganancias que le da su trabajo (tiene uno muy bueno hace tiempo, digamos en suma que no le va nada de mal).

No hago esta reflexión para crucificar a los "mamones". Mal que mal, yo también lo fui hasta hace bien poco. Sino para hacer el contraste con la generación que nos antecede, que es la de nuestros padres. Se casaban jovencitos, tenían familia apuraditos y a punta de mucho pero mucho esfuerzo y empeño salían adelante, sin tantas comodidades pero con amor.

¿Qué pasa hoy? La sociedad nos condena a esperar antes de dar cualquier paso. Primero, hay que ser "alguien" (título universitario, ojalá altiro con postgrado, una pega estable y de preferencia bien pagada y con proyección). Segundo, hay que tener "cosas". Una familia sin auto hoy en día está condenada a quedar aislada porque la locomoción colectiva no hace más que desincentivar a cualquiera a "navegar" por la ciudad, al menos eso ocurre en Santiago. Casa propia, o al menos capacidad para arrendar una, es indispensable. Algunos objetos que debería uno adquirir estando soltero y que después sirven en la nueva casa, como computador, iPod, equipo de música, televisor... son bienvenidos aunque no esenciales. Pero sin cuenta corriente y sin tarjetas de multitiendas, es casi imposible pensar en equipar una casa como corresponde.

No digo que esto ocurra en todos los casos, 0bviamente estoy exagerando un poco para marcar el contraste. Para ello baste decir que nuestros papás muchas veces se casaban con lo puesto, se iban a vivir a un departamentito, pasando las apreturas correspondientes, y ni pensar en auto, computador, vacaciones en el extranjero ni nada de eso. Mi papá, por ejemplo, no tiene título universitario aunque estuvo a punto de obtenerlo. ¿Podrán creer que él dejó la universidad para ponerse a trabajar y así poder casarse con la mujer de quien se había enamorado?

Creo que si mi hijo (que todavía no tengo) me saliera con esa hoy...

miércoles, septiembre 05, 2007

Aun no me conformo



Un año se cumple por estos días de la trágica e inexplicable partida de Gonzalo. Y, francamente, no logro conformarme. Lo extraño como a un hermano, que aun cuando esté lejos o a veces estemos enojados, sabes que está allí y se alegrará de escuchar tu voz o estará feliz de aconsejarte.

Todavía me duele el pensar que perdimos tanto tiempo separados por cosas sin importancia. Que de no haber sido por eso habría estado a su lado en los momentos más difíciles, que habría estado conmigo cuando necesité un abrazo de amigo o simplemente salir a tomarnos una cerveza para reirnos de todo.

Lo bueno es que recuperamos lo perdido. Nunca voy a olvidar ese reencuentro después de tanto tiempo alejados, en que ambos volvimos a ver en el otro al amigo-hermano, al de siempre... Después de haber recorrido diferentes caminos, al final nos encontramos de nuevo y nos dimos un abrazo de hermanos, ocultando ambos las lágrimas de emoción pero dejando ver la inmensa alegría que traían consigo.

Es por eso que no me conformo. ¡Si estábamos recién retomando nuestra amistad de siempre! Había tanto todavía por compartir, más allá de lo bien que lo pasamos en el que fue su último hogar, la bella isla de República Dominicana. Faltaba tanto todavía.

Un pedacito de toda esa alegría que irradiaba quedó en mi. Y sólo me tranquiliza saber que él se fue siendo feliz, muy feliz. Quizás mucho más que todos nosotros, sin tener quizás la mitad de los motivos que nosotros pudiésemos tener para serlo.

Un abrazo para ti, dondequiera que estés.

jueves, agosto 09, 2007

La vida actual se resume en dos palabras


Hoy amaneció todo nevado en Santiago, lo que despertó mi curiosidad por "mirar" el entorno mientras iba manejando hacia mi trabajo. Y en un muro encontré la leyenda que pueden ver arriba, acaso queriendo remecer las adormecidas conciencias de quienes nos sumimos casi sin darnos cuenta en la famosa espiral del consumo. "La vida actual se resume en dos palabras, producir - consumir".
Pasamos un tercio del día trabajando, otro tercio durmiendo, y lo que queda... bueno cada cual es dueño de hacer lo que le plazca. Pero me da una indignación tan grande cuando me veo obligado a ir al mall a comprar algo puntual y veo que, cada vez más, el paseo familiar del fin de semana o las actividades de "tiempo libre" tienen que ver con consumo, gasto, deudas. La gente compra, compra, compra... ¿Acaso nadie les ha dicho que las "ofertas", "liquidaciones", "créditos preaprobados", "ahora puedes cumplir tu sueño", "sin pie, sin comisión", etc... HAY QUE PAGARLOS IGUAL?
Es increíble ver cómo gastan y compran, muchas veces sin siquiera necesitar lo que compraron. ¿Ansiedad colectiva? ¿Arribismo? ¿Qué cresta está pasando? Las multitiendas están ejerciendo una especia de dictadura del consumo, atacando las mentes de consumidores incultos, aspiracionales y arrogantes, que juran que comprando las parkas que están en oferta se convertirán en "amiguis" de la Tonka Tomicic o estarán adquiriendo parte de la "onda" de Camiroaga (rostros oficiales del consumo y la cultura chabacana con que la televisión chilena aplasta más y más a nuestra esforzada clase media).
¿Cómo no va a ser mejor salir a caminar por Vaparaíso (o por último a recorrer en auto), a tomarse un café conversado (pero no en el Starbucks), o por último quedarse en casa disfrutando del calor familiar (sobre todo con el frío que ha hecho)? Hasta leerse un buen libro con un tecito al lado sale más barato... y sirve más.

viernes, julio 27, 2007

Let's talk about me for a minute


Bueno, esto es en respuesta al juego propuesto por mi amigo-hermano vlv aunque debo admitir que me la dejó difícil. Se trata de enumerar 8 cosas de sí mismo e invitar a 8 blogueros a hacer lo mismo, y así sucesivamente. Hice el intento por encontrar a 8 personas que no hubiesen participado antes pero no encontré casi a nadie, por lo que decidí cortar la cadena (que dicho sea de paso, es algo que me encanta hacer jejeje)
Como dije, está difícil... no soy muy bueno para hablar de mi pero acá van mis garabatos.

1. Soy inconstante. En general parto super entusiasmado en casi cualquier cosa que me proponga hacer. Pero cuando se transforma en rutina... muero.

2. He aprendido a ser más tolerante conforme pasan los años y las circunstancias me han amoldado. Pasé de ser un tipo muy sensible pero forrado en una coraza, a ser un reconocido mortal lleno de imperfecciones que suele equivocarse más de lo que quisiera y que ya no teme tanto mostrarse vulnerable. Vaya que sirven las experiencias (propias y ajenas)...

3. Sigo pensando que tengo mucho potencial pero estoy algo cansado de llevar esa mochila. Muchas veces me he sentido estresado por no poder encajar mis expectativas con el esfuerzo que debo poner para alcanzarlas. Está más que claro que el talento no sirve sin el empeño. Y a mi a veces me pasa que confío demasiado en mi talento y me dejo estar. El problema es que ahí la brecha entre expectativas y resultados produce una gran frustración, sobre todo porque estoy consciente que lo que faltó fue poner más de mi.

4. Estoy tomando cada vez más conciencia del paso de los años. No es que esté nostálgico ni que esté disconforme con mi vida a los 35 años. Pero siento que todo pasó muy rápido, que aun cuando disfruté mucho mi juventud nadie me avisó que de repente me parecería tanto al estereotipo del "señor de corbata" que nunca pensé que llegaría a ser. Es como que el lolo de jeans rotos y zapatillas que salía con amigos a carretear y buscar minas se volvió a mirar al espejo... y se encontró con un señor de corbata, manejando un auto de caballero y pensando en asegurar su futuro, reclamando por los elevados gastos comunes, y preocupado por la educación que quisiera darle a sus hijos si es que llegan algún día.

5. Me he sentido un poco solo ultimamente. Y tengo mucho miedo de convertirme en un ser huraño. Durante harto tiempo busqué la soledad, cultivé relaciones distantes con todos (amigos, familia, pololas) y creo que era porque siempre he disfrutado el estar solo. Ahora estoy en un momento extraño, formando una familia del modo más atípico que podría haber imaginado. Aunque más feliz que nunca, me siento lejos de los que siempre he querido. ¿Será que cada cual está en lo suyo? ¿Será que es momento de empezar la segunda parte de mi vida, como jefe de familia y todo eso? Me encanta la idea, soy feliz y estoy realizado... pero ¿dónde quedó la (poca) gente que me rodeaba?

6. Soy cómodo, aunque no flojo. Pero entre mis prioridades está el vivir cómodamente, disfrutar con lo que me gusta, descansar y evitar los esfuerzos muy agotadores. Siempre he sido así en todo caso, no tiene nada que ver con la edad. Visto del modo negativo, esta actitud podría sintetizarse en la mezquina "ley del mínimo esfuerzo". Pero yo lo veo del lado positivo: vivo como me gusta y no tengo aspiraciones desproporcionadas respecto de mis posibilidades. Es decir, no me voy a matar por alcanzar logros que en realidad no me interesan.

7. Soy crítico en extremo y eso sí que me ha causado penas grandes. Aclaro que no sólo soy crítico con los demás sino tremendamente duro conmigo mismo, aunque no lo parezca. Muchas veces salgo en mi propia defensa cuando me siento atacado, pero a la larga siempre encuentro que hice algo mal y me reprendo por eso. Soy perfeccionista, meticuloso, me cuesta dejar las cosas a medias y prefiero mil veces no hacer algo antes que hacerlo mal. Y lo mismo espero de los demás, me carga cuando los compromisos no se cumplen o el trabajo no es riguroso.

8. Al fin el último. Soy admirador de mis padres. Han sido para mi un ejemplo desde todo punto de vista, y hoy me cuesta mucho encontrarles algo malo. Errores cometidos, varios. Pero como todo el mundo. Sin embargo, son la cristalización de todos los valores y principios que me sostienen hasta el día de hoy, y testimonios vivos de virtudes como la generosidad, honestidad, espíritu de sacrificio, amor a toda prueba, sencillez, y uuuuuufff podría llenar páginas con la admiración y agradecimiento que siento por ellos. Si de verdad pudiese pedir un deseo, sería que no se mueran nunca porque el mundo los necesita.

martes, junio 26, 2007

Todo huele a 80s


Ya está, tengo mi entrada lista. Esto no me lo pierdo, Soda fue importante para mi y como dijeron los organizadores del concierto, para muchos esta es una oportunidad única de revivir no sólo a la banda -lo que desde ya jusfica cualquier esfuerzo por presenciar el show- sino de trasladarse a una época que nos marcó.
No sabría decir si fueron los ochenta o los noventa o en definitiva la suma de ambos. Pero no puedo negar que me estoy quedando pegado en la banda sonora de esos años, que poco a poco estoy sintiendo como la banda sonora de mis años más intensos. ¿Los más felices? Bueno... no pierdo la esperanza de que lo mejor esté por venir, pero debo admitir que sí, fueron años muy felices. La avalancha de recuerdos es imparable... nos bombardean por la radio, por la tele, hasta por mail he visto eso de que antes no había que andar en bicicleta con tanto casco, rodilleras y parafernalia, y que si uno se caía y se razmillaba bastaba con un poco de metapío, bien soplado por la mamá (o la suplente en el momento) y listo. Me he sorprendido a mi mismo navegando en YouTube, y gozando como cabro chico cuando encuentro los "opening" de dibujos animados de la época (cómo olvidar al llorado Marco y el capítulo donde encuentra a su madre, o la clásica Heidi), o cuando veo a Umberto Tozzi tratando de cantar "Mamamarema" en el Festival de Viña de 1980. Claramente prefiero a Police en Viña (aun cuando tuvieron que aceptar tocar "con" la Orquesta Festival... pongan atención y la escucharán... insólito ¿no?). Epoca en la que uno se iba a dormir literalmente con los angelitos (bueno, algunos...) mientras otros "angelitos" hacían de las suyas en las calles peleando con los pacos. Bueno, dicen que otros angelitos se dedicaban a hacer desaparecer gente y no por arte de magia... pero en fin.


Esto de que vuelve Soda, que vuelve Police... que las radios han vuelto a la música de los 80, que las fiestas ahora son "old-school", que se pusieron de moda las chaquetas tipo "michelin", que YouTube está repleto de recuerdos de la tele de antaño (encontré hasta el opening de Teletrece con César Antonio Santis...) me pone algo nostálgico, aunque no triste. Fueron buenos tiempos, qué duda cabe. Lo pasé bien, disfruté mi niñez y adolescencia. Ahora crecí, como alguien dijo por ahí "Era fácil ver la vida desde la ventana, imaginar y soñar con todas las variables. Era fácil, hasta que la vida se metió por la ventana y arrasó con todo... o con casi todo... y dejó pedazos dulces y amargos, grises y azules que intentan por sí solos armarse otra vez".






Pero tampoco puedo negar que he aprendido un montón en todo este tiempo. Es la idea, ¿no? Después de todo... creo que crecí. Pero igual me declaro feliz.














viernes, mayo 04, 2007

















Estoy llegando todos los días atrasado a la oficina. Y eso que sigo levantándome más temprano, intentando rutas diferentes para ahorrar tiempo, he probado hasta en taxi (ni hablar de usar el vilipendiado Transantiago...) y no hay caso. Creo que entre las 7:30 y las 8:30 no hay calle de Santiago que no esté COLAPSADA. Al menos, ninguna en el trayecto entre mi casa y mi oficina.




Me cansé de lidiar con esto. No es vida. Levantarme más temprano (sí, aún más) parece ser la única solución... según mi asistente, que ya se resignó a salir de su casa como a las 6:30 de la mañana para alcanzar a estar a las 8 en su escritorio. El punto es que ella vive realmente lejos. ¡Pero yo no! ¿No se supone que uno está dispuesto a pagar más caro por vivir donde vive, entre otras razones porque está "comprando" una mejor calidad de vida? Sí, no me puedo quejar. Mi departamento es cómodo, no tengo ninguna queja. El condominio también lo es, tiene todo lo que necesito (y también cosas que no necesito, como un carril de natación... en finne). Pero si tengo que levantarme a la misma hora que una persona que vive en el otro extremo de la ciudad para alcanzar a llegar a tiempo al trabajo... ya el mayor valor que he pagado no se justifica.




Apoquindo es impenetrable, hay que descartar esa opción. Presidente Riesco, avanza a paso de tortuga. Meterme a Av. Kennedy es perder media hora en la rotonda Pérez Cuicovich. ¿Qué otra opción queda? Usar Los Militares (una pista por lado... imagínense), perder una hora esperando micro en Escuela Militar, o pasarme al menos 20 minutos haciendo parar taxis que vienen (increible) TODOS ocupados.




O puedo comprarme una moto... jejeje. No es malo ¿verdad? Lástima que no tengo el suficiente largo de patas para subirme a una verdadera moto, una Super Tenere o una Varadero, o una TDM, o una Vstrom... (sueño con esas motos). En realidad, considerando presupuesto y contextura física, creo que no me queda otra que pensar en una loser-scooter (como la de Pepe-Peblete). Se supone que ahorro bencina (está harto cara), y evito los tacos.




Voy a probar... y les cuento.




lunes, marzo 26, 2007

CESCO WEEK


Sin mucho tiempo para postear, sólo para contar que esta semana será agitada pero llena de mucho aprendizaje. Otra "Cesco Week" para agregar a mi corta experiencia como ejecutivo de la minería. Reuniones, almuerzos, cenas, más reuniones, visitas a terreno (como la de la foto, en la que aparece la mina Candelaria a mis espaldas), etc. Aprovecho de practicar mi Inglés con la tracalada de japoneses, chinos y demases con que me toca ir a todas estas paradas.

¿Me gusta? Mmm... no me desagrada... aun. Pero cada vez me gusta menos. Son negocios grandes, enormes, pero es poco lo que un humilde novato como yo puede aportar todavía. Sigo aprendiendo, mucho en realidad, y eso me gusta. Pero me pican las manos por hacer negocios yo mismo. En esto estamos en todo caso, aunque todavía no pretendo lograr contratos por US$ 200 millones.

En todo caso... bien por el cambio de giro. Creo que hice bien en meterme aquí, aunque los resultados no pueden ser tan inmediatos. Francamente el Periodismo me tenía decepcionado, lo que no significa que sea una mala opción de vida. Sólo que no para mi.

miércoles, febrero 28, 2007

¿Sopla el viento de nuevo?


No sé qué pasa. Por estos días estoy empezando a tener de nuevo esa extraña sensación de querer cambiar todo. Mi trabajo, el auto, el celular, me corté el pelo, tengo ganas de aprender otro idioma, de hacer un postgrado, de viajar... Creo que me atrapó la rutina de nuevo, fatal. Ni siquiera estoy muy inspirado para escribir hoy pero como alguien lo mencionó, ha pasado su tiempo ya desde que publiqué mi último post y es hora de renovarse.

Estoy falto de inspiración. ¿Será el letargo del verano? En todo caso, al menos retomé una costumbre que tuve siempre y que por diversas razones tenía olvidada: leer. Me refiero a leer literatura, ficción... eso que hace que despierte la creatividad, que alimenta la mente con ideas nuevas, mundos imaginarios, personajes raros. Estoy leyendo El Afgano, del conocidísimo Frederick Forsyth. Llegó a mis manos cuando deambulaba por una gran librería de mall mientras la Faby vitrineaba por otro lado. Costaba 8 lucas, y con tarjeta salía a 3 cuotas sin interés. ¡Qué mejor! Así que lo compré. Ya había leido otras cosas de Forsyth con mucho agrado (recomiendo "El Negociador"), así que encontré que este era el momento para volver a meterme en las intrigas políticas de este autor, que esta vez se infiltra en las redes del terrorismo internacional de Al Qaeda.

Forsyth es colega mio (periodista igual que yo), por tanto trabaja muy bien la documentación de sus novelas de modo que sean verosímiles en extremo. Tal vez esta es la parte más fascinante de sus novelas. Hay una buena descripción del autor y su último libro en http://www.lukor.com/literatura/noticias/portada/06102801.htm

No se preocupen. El viento de cambio que nuevamente comienza a soplar en mi vida no me llevará a convertirme en terrorista. No aún.

martes, enero 23, 2007

Amigos hermanos


Nada, sólo que hace algunos años (14 para ser exactos) me fui de viaje con mi hermana y visitamos, entre otras ciudades de gringolandia, Nueva York. Hasta allí llegó un buen día una carta dentro de un sobre grande. Páginas y páginas de block fiscal, escritas a mano en párrafos numerados (para dar la continuidad a un relato a dos voces) me hicieron reir y llorar de emoción. Eran mis dos hermanos (amigos, en realidad, pero después de haberlo sido durante 14 años antes, es decir que ahora son 28 en total, ya somos hermanos hace bastante tiempo). Comenzaron diciéndome que me extrañaban, seguía una (¿demasiado?) detallada descripción de todos los carretes que me había perdido por andar en tierras tan lejanas, una que otra infidencia al amparo del secreto profesional, y novedades por montones. Encontré la carta 14 años después, es decir, hace un par de días. Estaba ordenando unas cajas de la mudanza y no pude evitar echarme en el sillón a leerla. ¡Estuve mucho rato! Diría que casi una hora leyendo, a ratos llorando de la risa y a ratos de emoción. Que recuerdos... por supuesto, cuando leí esta carta en Nueva York sentí que estábamos conversando los tres (era la idea del relato intercalado que escribieron Willy y Javier). Y esta vez, cuando lo volví a leer, tuve la misma sensación y quise compartirla con los autores así que la guardé para mostrársela el sábado cuando nos juntamos en mi nuevo hogar. Cosa curiosa... los tres estábamos con nuestras respectivas "señoras", que muy probablemente no entendieron muy bien el porqué de las risotadas y el afán por leer y leer esa carta los tres apiñados en un sofá, apartados del resto de la gente. Creo que volvimos a tener 20 años y a sentirnos los mismos que en 1993. Yo, al menos, sentí que sólo había pasado una brisa de tiempo y que en realidad éramos los mismos. Todavía allí, hermanos aun, con tantas pero tantas vivencias que compartir y viviendo experiencias diferentes pero de alguna manera similares. Claro, nuestras vidas hoy son distintas. Uno en Rancagua, disfrutando de su guagua y señora; otro armando su vida con orden y tranquilidad (muy en su estilo) mientras llega el heredero del reino; y el otro empezando todo de nuevo, como tantas veces, pero al menos convencido de que esta vez sí que sí. Sin embargo, leyendo esa carta el otro día volvimos a ser, por un momento, los amigos-hermanos de hace 14 años. Y que estoy seguro seguiremos siendo por mucho tiempo más.
Qué linda es la amistad, ¿no?

miércoles, enero 10, 2007

Fue un buen año... que el 2007 sea aun mejor


Bueno... finalmente se acabó el 2006 y comienza un nuevo año. Lo bueno es que se fue ese stress de fin de año tan desagradable y dio paso a una sensación más "relax", de verano, de vacaciones. Aunque creo que este año nuevamente no tendré vacaciones en verano. En fin.
Qué raro fue el 2006 para mi. Un año profundamente marcado por cambios trascendentales en mi vida, hechos que me dieron alegrías y tristezas pero que me han hecho CRECER como hombre. Viví cosas que jamás imaginé, sentí cosas que nunca antes, logré metas que antes se veían tan lejanas... bueno, no es el momento de enumerar todo lo que me pasó el 2006. Sólo quiero decir que fue un año intenso, muy intenso, que no olvidaré nunca, tanto por lo bueno como por lo malo. Sin duda lo más importante fue haber conocido a mi gordita hermosa, de la forma más extraña e inesperada. Ella llegó a llenar mi vida y a darme la motivación para seguir adelante con mis metas, me ha acompañado fielmente y hemos consolidado una relación que espero se convierta en algo definitivo.
Antes que terminara el año, además, egresé de Ingeniería Comercial, mi segunda carrera profesional. Espero titularme pronto, una vez que termine la dichosa tesis (ya se me había olvidado la LATA de este trámite). También recibí mi departamento nuevo... ¡al fin! Bueno, durante los próximos 25 años será del banco, pero al menos dejé de pagar arriendo y en cambio invierto en algo que es propio. Se viene la inauguración. Bueno, eso entre la multitud de cosas que me ocurrieron el año que ya se fue... un año feliz dentro de todo y agradezco a Dios por todo aquello.
Les deseo a todos un excelente año 2007 (incluyéndome a mi jejeje). Recuerden que hay que poner el hombro para que las cosas resulten como uno quiere.