viernes, julio 27, 2007

Let's talk about me for a minute


Bueno, esto es en respuesta al juego propuesto por mi amigo-hermano vlv aunque debo admitir que me la dejó difícil. Se trata de enumerar 8 cosas de sí mismo e invitar a 8 blogueros a hacer lo mismo, y así sucesivamente. Hice el intento por encontrar a 8 personas que no hubiesen participado antes pero no encontré casi a nadie, por lo que decidí cortar la cadena (que dicho sea de paso, es algo que me encanta hacer jejeje)
Como dije, está difícil... no soy muy bueno para hablar de mi pero acá van mis garabatos.

1. Soy inconstante. En general parto super entusiasmado en casi cualquier cosa que me proponga hacer. Pero cuando se transforma en rutina... muero.

2. He aprendido a ser más tolerante conforme pasan los años y las circunstancias me han amoldado. Pasé de ser un tipo muy sensible pero forrado en una coraza, a ser un reconocido mortal lleno de imperfecciones que suele equivocarse más de lo que quisiera y que ya no teme tanto mostrarse vulnerable. Vaya que sirven las experiencias (propias y ajenas)...

3. Sigo pensando que tengo mucho potencial pero estoy algo cansado de llevar esa mochila. Muchas veces me he sentido estresado por no poder encajar mis expectativas con el esfuerzo que debo poner para alcanzarlas. Está más que claro que el talento no sirve sin el empeño. Y a mi a veces me pasa que confío demasiado en mi talento y me dejo estar. El problema es que ahí la brecha entre expectativas y resultados produce una gran frustración, sobre todo porque estoy consciente que lo que faltó fue poner más de mi.

4. Estoy tomando cada vez más conciencia del paso de los años. No es que esté nostálgico ni que esté disconforme con mi vida a los 35 años. Pero siento que todo pasó muy rápido, que aun cuando disfruté mucho mi juventud nadie me avisó que de repente me parecería tanto al estereotipo del "señor de corbata" que nunca pensé que llegaría a ser. Es como que el lolo de jeans rotos y zapatillas que salía con amigos a carretear y buscar minas se volvió a mirar al espejo... y se encontró con un señor de corbata, manejando un auto de caballero y pensando en asegurar su futuro, reclamando por los elevados gastos comunes, y preocupado por la educación que quisiera darle a sus hijos si es que llegan algún día.

5. Me he sentido un poco solo ultimamente. Y tengo mucho miedo de convertirme en un ser huraño. Durante harto tiempo busqué la soledad, cultivé relaciones distantes con todos (amigos, familia, pololas) y creo que era porque siempre he disfrutado el estar solo. Ahora estoy en un momento extraño, formando una familia del modo más atípico que podría haber imaginado. Aunque más feliz que nunca, me siento lejos de los que siempre he querido. ¿Será que cada cual está en lo suyo? ¿Será que es momento de empezar la segunda parte de mi vida, como jefe de familia y todo eso? Me encanta la idea, soy feliz y estoy realizado... pero ¿dónde quedó la (poca) gente que me rodeaba?

6. Soy cómodo, aunque no flojo. Pero entre mis prioridades está el vivir cómodamente, disfrutar con lo que me gusta, descansar y evitar los esfuerzos muy agotadores. Siempre he sido así en todo caso, no tiene nada que ver con la edad. Visto del modo negativo, esta actitud podría sintetizarse en la mezquina "ley del mínimo esfuerzo". Pero yo lo veo del lado positivo: vivo como me gusta y no tengo aspiraciones desproporcionadas respecto de mis posibilidades. Es decir, no me voy a matar por alcanzar logros que en realidad no me interesan.

7. Soy crítico en extremo y eso sí que me ha causado penas grandes. Aclaro que no sólo soy crítico con los demás sino tremendamente duro conmigo mismo, aunque no lo parezca. Muchas veces salgo en mi propia defensa cuando me siento atacado, pero a la larga siempre encuentro que hice algo mal y me reprendo por eso. Soy perfeccionista, meticuloso, me cuesta dejar las cosas a medias y prefiero mil veces no hacer algo antes que hacerlo mal. Y lo mismo espero de los demás, me carga cuando los compromisos no se cumplen o el trabajo no es riguroso.

8. Al fin el último. Soy admirador de mis padres. Han sido para mi un ejemplo desde todo punto de vista, y hoy me cuesta mucho encontrarles algo malo. Errores cometidos, varios. Pero como todo el mundo. Sin embargo, son la cristalización de todos los valores y principios que me sostienen hasta el día de hoy, y testimonios vivos de virtudes como la generosidad, honestidad, espíritu de sacrificio, amor a toda prueba, sencillez, y uuuuuufff podría llenar páginas con la admiración y agradecimiento que siento por ellos. Si de verdad pudiese pedir un deseo, sería que no se mueran nunca porque el mundo los necesita.

martes, junio 26, 2007

Todo huele a 80s


Ya está, tengo mi entrada lista. Esto no me lo pierdo, Soda fue importante para mi y como dijeron los organizadores del concierto, para muchos esta es una oportunidad única de revivir no sólo a la banda -lo que desde ya jusfica cualquier esfuerzo por presenciar el show- sino de trasladarse a una época que nos marcó.
No sabría decir si fueron los ochenta o los noventa o en definitiva la suma de ambos. Pero no puedo negar que me estoy quedando pegado en la banda sonora de esos años, que poco a poco estoy sintiendo como la banda sonora de mis años más intensos. ¿Los más felices? Bueno... no pierdo la esperanza de que lo mejor esté por venir, pero debo admitir que sí, fueron años muy felices. La avalancha de recuerdos es imparable... nos bombardean por la radio, por la tele, hasta por mail he visto eso de que antes no había que andar en bicicleta con tanto casco, rodilleras y parafernalia, y que si uno se caía y se razmillaba bastaba con un poco de metapío, bien soplado por la mamá (o la suplente en el momento) y listo. Me he sorprendido a mi mismo navegando en YouTube, y gozando como cabro chico cuando encuentro los "opening" de dibujos animados de la época (cómo olvidar al llorado Marco y el capítulo donde encuentra a su madre, o la clásica Heidi), o cuando veo a Umberto Tozzi tratando de cantar "Mamamarema" en el Festival de Viña de 1980. Claramente prefiero a Police en Viña (aun cuando tuvieron que aceptar tocar "con" la Orquesta Festival... pongan atención y la escucharán... insólito ¿no?). Epoca en la que uno se iba a dormir literalmente con los angelitos (bueno, algunos...) mientras otros "angelitos" hacían de las suyas en las calles peleando con los pacos. Bueno, dicen que otros angelitos se dedicaban a hacer desaparecer gente y no por arte de magia... pero en fin.


Esto de que vuelve Soda, que vuelve Police... que las radios han vuelto a la música de los 80, que las fiestas ahora son "old-school", que se pusieron de moda las chaquetas tipo "michelin", que YouTube está repleto de recuerdos de la tele de antaño (encontré hasta el opening de Teletrece con César Antonio Santis...) me pone algo nostálgico, aunque no triste. Fueron buenos tiempos, qué duda cabe. Lo pasé bien, disfruté mi niñez y adolescencia. Ahora crecí, como alguien dijo por ahí "Era fácil ver la vida desde la ventana, imaginar y soñar con todas las variables. Era fácil, hasta que la vida se metió por la ventana y arrasó con todo... o con casi todo... y dejó pedazos dulces y amargos, grises y azules que intentan por sí solos armarse otra vez".






Pero tampoco puedo negar que he aprendido un montón en todo este tiempo. Es la idea, ¿no? Después de todo... creo que crecí. Pero igual me declaro feliz.














viernes, mayo 04, 2007

















Estoy llegando todos los días atrasado a la oficina. Y eso que sigo levantándome más temprano, intentando rutas diferentes para ahorrar tiempo, he probado hasta en taxi (ni hablar de usar el vilipendiado Transantiago...) y no hay caso. Creo que entre las 7:30 y las 8:30 no hay calle de Santiago que no esté COLAPSADA. Al menos, ninguna en el trayecto entre mi casa y mi oficina.




Me cansé de lidiar con esto. No es vida. Levantarme más temprano (sí, aún más) parece ser la única solución... según mi asistente, que ya se resignó a salir de su casa como a las 6:30 de la mañana para alcanzar a estar a las 8 en su escritorio. El punto es que ella vive realmente lejos. ¡Pero yo no! ¿No se supone que uno está dispuesto a pagar más caro por vivir donde vive, entre otras razones porque está "comprando" una mejor calidad de vida? Sí, no me puedo quejar. Mi departamento es cómodo, no tengo ninguna queja. El condominio también lo es, tiene todo lo que necesito (y también cosas que no necesito, como un carril de natación... en finne). Pero si tengo que levantarme a la misma hora que una persona que vive en el otro extremo de la ciudad para alcanzar a llegar a tiempo al trabajo... ya el mayor valor que he pagado no se justifica.




Apoquindo es impenetrable, hay que descartar esa opción. Presidente Riesco, avanza a paso de tortuga. Meterme a Av. Kennedy es perder media hora en la rotonda Pérez Cuicovich. ¿Qué otra opción queda? Usar Los Militares (una pista por lado... imagínense), perder una hora esperando micro en Escuela Militar, o pasarme al menos 20 minutos haciendo parar taxis que vienen (increible) TODOS ocupados.




O puedo comprarme una moto... jejeje. No es malo ¿verdad? Lástima que no tengo el suficiente largo de patas para subirme a una verdadera moto, una Super Tenere o una Varadero, o una TDM, o una Vstrom... (sueño con esas motos). En realidad, considerando presupuesto y contextura física, creo que no me queda otra que pensar en una loser-scooter (como la de Pepe-Peblete). Se supone que ahorro bencina (está harto cara), y evito los tacos.




Voy a probar... y les cuento.




lunes, marzo 26, 2007

CESCO WEEK


Sin mucho tiempo para postear, sólo para contar que esta semana será agitada pero llena de mucho aprendizaje. Otra "Cesco Week" para agregar a mi corta experiencia como ejecutivo de la minería. Reuniones, almuerzos, cenas, más reuniones, visitas a terreno (como la de la foto, en la que aparece la mina Candelaria a mis espaldas), etc. Aprovecho de practicar mi Inglés con la tracalada de japoneses, chinos y demases con que me toca ir a todas estas paradas.

¿Me gusta? Mmm... no me desagrada... aun. Pero cada vez me gusta menos. Son negocios grandes, enormes, pero es poco lo que un humilde novato como yo puede aportar todavía. Sigo aprendiendo, mucho en realidad, y eso me gusta. Pero me pican las manos por hacer negocios yo mismo. En esto estamos en todo caso, aunque todavía no pretendo lograr contratos por US$ 200 millones.

En todo caso... bien por el cambio de giro. Creo que hice bien en meterme aquí, aunque los resultados no pueden ser tan inmediatos. Francamente el Periodismo me tenía decepcionado, lo que no significa que sea una mala opción de vida. Sólo que no para mi.

miércoles, febrero 28, 2007

¿Sopla el viento de nuevo?


No sé qué pasa. Por estos días estoy empezando a tener de nuevo esa extraña sensación de querer cambiar todo. Mi trabajo, el auto, el celular, me corté el pelo, tengo ganas de aprender otro idioma, de hacer un postgrado, de viajar... Creo que me atrapó la rutina de nuevo, fatal. Ni siquiera estoy muy inspirado para escribir hoy pero como alguien lo mencionó, ha pasado su tiempo ya desde que publiqué mi último post y es hora de renovarse.

Estoy falto de inspiración. ¿Será el letargo del verano? En todo caso, al menos retomé una costumbre que tuve siempre y que por diversas razones tenía olvidada: leer. Me refiero a leer literatura, ficción... eso que hace que despierte la creatividad, que alimenta la mente con ideas nuevas, mundos imaginarios, personajes raros. Estoy leyendo El Afgano, del conocidísimo Frederick Forsyth. Llegó a mis manos cuando deambulaba por una gran librería de mall mientras la Faby vitrineaba por otro lado. Costaba 8 lucas, y con tarjeta salía a 3 cuotas sin interés. ¡Qué mejor! Así que lo compré. Ya había leido otras cosas de Forsyth con mucho agrado (recomiendo "El Negociador"), así que encontré que este era el momento para volver a meterme en las intrigas políticas de este autor, que esta vez se infiltra en las redes del terrorismo internacional de Al Qaeda.

Forsyth es colega mio (periodista igual que yo), por tanto trabaja muy bien la documentación de sus novelas de modo que sean verosímiles en extremo. Tal vez esta es la parte más fascinante de sus novelas. Hay una buena descripción del autor y su último libro en http://www.lukor.com/literatura/noticias/portada/06102801.htm

No se preocupen. El viento de cambio que nuevamente comienza a soplar en mi vida no me llevará a convertirme en terrorista. No aún.

martes, enero 23, 2007

Amigos hermanos


Nada, sólo que hace algunos años (14 para ser exactos) me fui de viaje con mi hermana y visitamos, entre otras ciudades de gringolandia, Nueva York. Hasta allí llegó un buen día una carta dentro de un sobre grande. Páginas y páginas de block fiscal, escritas a mano en párrafos numerados (para dar la continuidad a un relato a dos voces) me hicieron reir y llorar de emoción. Eran mis dos hermanos (amigos, en realidad, pero después de haberlo sido durante 14 años antes, es decir que ahora son 28 en total, ya somos hermanos hace bastante tiempo). Comenzaron diciéndome que me extrañaban, seguía una (¿demasiado?) detallada descripción de todos los carretes que me había perdido por andar en tierras tan lejanas, una que otra infidencia al amparo del secreto profesional, y novedades por montones. Encontré la carta 14 años después, es decir, hace un par de días. Estaba ordenando unas cajas de la mudanza y no pude evitar echarme en el sillón a leerla. ¡Estuve mucho rato! Diría que casi una hora leyendo, a ratos llorando de la risa y a ratos de emoción. Que recuerdos... por supuesto, cuando leí esta carta en Nueva York sentí que estábamos conversando los tres (era la idea del relato intercalado que escribieron Willy y Javier). Y esta vez, cuando lo volví a leer, tuve la misma sensación y quise compartirla con los autores así que la guardé para mostrársela el sábado cuando nos juntamos en mi nuevo hogar. Cosa curiosa... los tres estábamos con nuestras respectivas "señoras", que muy probablemente no entendieron muy bien el porqué de las risotadas y el afán por leer y leer esa carta los tres apiñados en un sofá, apartados del resto de la gente. Creo que volvimos a tener 20 años y a sentirnos los mismos que en 1993. Yo, al menos, sentí que sólo había pasado una brisa de tiempo y que en realidad éramos los mismos. Todavía allí, hermanos aun, con tantas pero tantas vivencias que compartir y viviendo experiencias diferentes pero de alguna manera similares. Claro, nuestras vidas hoy son distintas. Uno en Rancagua, disfrutando de su guagua y señora; otro armando su vida con orden y tranquilidad (muy en su estilo) mientras llega el heredero del reino; y el otro empezando todo de nuevo, como tantas veces, pero al menos convencido de que esta vez sí que sí. Sin embargo, leyendo esa carta el otro día volvimos a ser, por un momento, los amigos-hermanos de hace 14 años. Y que estoy seguro seguiremos siendo por mucho tiempo más.
Qué linda es la amistad, ¿no?

miércoles, enero 10, 2007

Fue un buen año... que el 2007 sea aun mejor


Bueno... finalmente se acabó el 2006 y comienza un nuevo año. Lo bueno es que se fue ese stress de fin de año tan desagradable y dio paso a una sensación más "relax", de verano, de vacaciones. Aunque creo que este año nuevamente no tendré vacaciones en verano. En fin.
Qué raro fue el 2006 para mi. Un año profundamente marcado por cambios trascendentales en mi vida, hechos que me dieron alegrías y tristezas pero que me han hecho CRECER como hombre. Viví cosas que jamás imaginé, sentí cosas que nunca antes, logré metas que antes se veían tan lejanas... bueno, no es el momento de enumerar todo lo que me pasó el 2006. Sólo quiero decir que fue un año intenso, muy intenso, que no olvidaré nunca, tanto por lo bueno como por lo malo. Sin duda lo más importante fue haber conocido a mi gordita hermosa, de la forma más extraña e inesperada. Ella llegó a llenar mi vida y a darme la motivación para seguir adelante con mis metas, me ha acompañado fielmente y hemos consolidado una relación que espero se convierta en algo definitivo.
Antes que terminara el año, además, egresé de Ingeniería Comercial, mi segunda carrera profesional. Espero titularme pronto, una vez que termine la dichosa tesis (ya se me había olvidado la LATA de este trámite). También recibí mi departamento nuevo... ¡al fin! Bueno, durante los próximos 25 años será del banco, pero al menos dejé de pagar arriendo y en cambio invierto en algo que es propio. Se viene la inauguración. Bueno, eso entre la multitud de cosas que me ocurrieron el año que ya se fue... un año feliz dentro de todo y agradezco a Dios por todo aquello.
Les deseo a todos un excelente año 2007 (incluyéndome a mi jejeje). Recuerden que hay que poner el hombro para que las cosas resulten como uno quiere.

martes, diciembre 19, 2006

¿Pascua "feliz" para todos?



Hmm... cómo te lo explico. No quiero parecer "contreras" pero de un tiempo a esta parte estoy teniendo sentimientos encontrados en esta fecha. Es tal el bombardeo consumista del que somos presa los días (y semanas) previos a la Navidad que definitivamente estoy asqueado.
No me las voy a dar de "espiritual" o de pechoño porque nunca lo he sido. Ni siquiera voy a hacer aquí una "apología" del sentido cristiano de la Navidad. Pero ya el nivel de superficialidad al que hemos llegado como sociedad me supera. Ayer salí a comprar una plancha (sí, algo tan poco glamoroso como una plancha) para reemplazar la que tenía (que murió presa del sarro y el óxido... parece que le saqué el jugo demasiado tiempo). Volví del mall con los pies hinchados, pasado a perfume, odiando a todo cabro chico que se me cruce por delante, y naturalmente sin la plancha. Pese a que encontré la que quería, no soporté la espera en la cola de la caja. Me desesperó la ansiedad de las señoras que querían todo en paquete de regalo (cada artículo por separado, claro), los niños que lloraban porque querían llevarse cada cosa que veían en la tienda, el afán de la gente por comprar lo más que se pudiera como si no hubiese que pagarlo, la confusión de las cajeras (que se "pasaban" los clientes entre sí como quien intercambia láminas de un álbum), la LENTITUD de las empaquetadoras... noooooo, fue musho para mi. Sorry por lo histérico pero esto fue superior a mi.
Esta experiencia (que no es nueva) me llevó a pensar... ¿qué provoca esta suerte de ansiedad colectiva pre-navideña? ¿No nos estaremos enfrentando a una nueva dictadura, esta vez más transversal y velada que la de Pinochet, pero no menos despiadada y cruel? Hablo del poder que tienen las multitiendas para convencernos casi por mensajería subliminal (en la tele, en el metro, en las micros, en las revistas, en los mails, en TODAS partes) de que en la Navidad es OBLIGACION comprar regalos. Es decir... hay tantas ofertas, está todo "taaaan barato", son tantas la facilidades (¡sin pie! ¡sin interés! y ahora se usa ¡sin comisión!) que definitivamente el que no compra se pasa de GIL.
Mmm... no sé. Tal vez sea gil y recién me esté dando cuenta. Pero he decidido continuar con mi decisión de hace ya un par de años: no compraré ningún regalo de Navidad, salvo un engañito para mi mamá, otro para mi papá, a quienes les debo todo-todo-todo lo que soy, y alguna cosilla para la Faby. Me criticarán -como ya lo han hecho- que también tengo sobrinos (que, por cierto, GOZAN con esto de recibir tantos regalos), hermana, amigos, colegas, parientes... pero la lista puede ser interminable. Hasta el año pasado hice sólo dos regalos de Navidad: sólo a mis padres y shao. Este año sólo voy a agregar a la Faby, pero a nadie más.
Así que ya lo saben. No se ofendan si no les tengo "regalito"... Prefiero ocupar este espacio para enviar a todos un abrazo, mis mejores deseos de éxito y amor en sus vidas, con el cariño de siempre.
Y... paciencia. ¡Feliz Navidad!

martes, noviembre 28, 2006

Mi ciudad



Pensé que no caería en el cliché de quejarme por vivir en Santiago y añorar mi querida Quinta Región, sus playas, su gente, su quietud relativa y el aire que se respira. Y es que no se trata sólo de "ir a la playa", como suelen decir aquí cuando uno va a Viña. Para mi, decir "voy a la playa el fin de semana" es restarle importancia al destino del viaje porque puede ser Mantencillo (como en la foto), Algarrobo (destino bastante frecuente de los capitalinos), Quintay, Tunquén, Rapel, o cualquier playa desierta que sirva para levantar una carpa, tomar sol, fotos y cervezas, y por cierto, respirar aire marino. Pero mi ida a Viña el fin de semana no es eso, por muy respetable que sean tanto el propósito como las actividades de mis colegas capitalinos que suelen "ir a la playa". Obvio, yo tengo un arraigo insistituible por Valparaíso, donde viví mi infancia, y con Viña donde viví mi adolescencia y juventud. Es, claro, más que ir a la playa. Es ir a mi ciudad, en definitiva, donde recorro parte tan importante de mi vida y asisto a los cambios que se siguen sucediendo y que me siguen sorprendiendo mes a mes. El domingo, de hecho, me perdí (sí, me perdí) tratando de empalmar desde la Cuarta Etapa (Alvarez, altura Chorrillos) al Troncal Sur. Sé que no es un camino nuevo pero, ¡qué diablos!, me perdí nomás. Pero me dio gusto, risa y algo de verguenza porque andaba con mi polola (que se burló de mi escasa ubicuidad en la que yo llamo "mi ciudad"...)
Esta vez anduve en Maitencillo. Linda playa, como se aprecia en la foto. Estuve en el cumpleaños de mi amigo Christian, en Puchuncaví, y bajamos hacia el atardecer a "la playa" a tomarnos alguna cosilla en La Canasta, curioso y muy grato pub frente al mar. Lo pasamos bien. Pero al estilo de los foráneos, porque si bien disfruté del aire marino y la quietud y belleza del lugar, claramente no fue lo mismo que haber estado en Viña y Valparaíso. Esa que es mi ciudad, esa que me hace llorar cuando tengo que volver a Santiago el domingo, esa que me hace prolongar lo más posible el regreso a los edificios de espejos (hay veces que me han dado las 12 de la noche del domingo y yo sigo demorando la partida de mi querido Recreo). Sí, fue grato estar en Maitencillo... en "la playa" como dicen acá. Pero no se compara con pasar el fin de semana en Viña, que es mi ciudad.

sábado, noviembre 04, 2006

Capacidad de asombro... innovación



Hoy, un profesor en la universidad criticaba la falta de innovación de las empresas chilenas y de las limitantes que esa carencia le imponen desde el aspecto competitivo, sobre todo desde una perspectiva global. No es difícil encontrarle la razón, si vemos que más de la mitad de las exportaciones de Chile provienen de la minería, la agricultura y la pesca... es decir, de la explotación de recursos naturales. Es verdad que la tecnología ha invadido todos estos procesos. Por ejemplo, la minería del cobre enfrenta el desafío de reducir el contenido de Arsénico de sus concentrados para sortear las crecientes restricciones que se levantan en países como China y Japón. Otro ejemplo, la industria salmonera ha debido adoptar estándares internacionales para los cultivos, que le han permitido disputar el primer lugar -después de Noruega- como productor mundial. Sin embargo, seguimos siendo un país productor de cobre y salmones. ¿Nos hará falta un poco de capacidad innovadora para dar el paso siguiente, para dejar de ser exportadores de commodities y convertirnos en productores de bienes con valor agregado? Es decir, reemplazar el concentrado de cobre por cátodos o alambrón, o el salmón fresco por alimentos elaborados en base al salmón, por citar los mismos ejemplos. Esto no es gratuito, no se trata de innovar por innovar, sino por avanzar en al menos dos áreas: convertirnos al fin en un país desarrollado (con los beneficios que esto debería generar para la población en términos de calidad de vida), y mantenernos vigentes en el comercio internacional, que cada vez se complejiza e integra más.
Esta discusión en clases me llevó a plantear la siguiente pregunta: ¿somos los chilenos una sociedad innovadora en general? ¿Somos capaces de tener ideas originales y de llevarlas a cabo? Los invito a comentar sobre esto. Los casos y ejemplos de innovación son siempre bienvenidos, en todo ámbito: el arte, los negocios, la política, el deporte... Lo malo es que siempre queda la sensación de que esos son casos "aislados" y no representan necesariamente la idiosincracia de nuestro queridísimo pais.

martes, octubre 24, 2006

"Que próspero se ve Chile..."


"Que próspero se ve Chile" me dijo un japonés hace unos días cuando llegó a Santiago y observó desde el auto el paisaje entre el aeropuerto y el hotel. Me comentó que él ya sabía que el nivel de los profesionales aquí era muy bueno, que este era un país avanzado en telecomunicaciones, que la economía estaba marchando muy bien, que gozábamos de un gran prestigio internacional. Y que, ahora que veía las autopistas que teníamos, los edificios, los autos, la apariencia de la gente que transitaba, las tiendas, el hotel donde estaba, y todo lo que había alcanzado a ver, no le quedaba duda que en Chile vivíamos muy bien. "¿En Chile o en Las Condes, señor Akiyama?" le pregunté yo. No entendió muy bien la pregunta y a mi me dio lata ahondar más allá. Sólo le dije: "es que lo que usted ve en esta pequeña parte de Chile no representa para nada el estilo de vida de los 14 millones de chilenos que no viven en Las Condes, señor Akiyama... este país sigue siendo pobre, con una distribución del ingreso horrorosamente injusta, que permite que unos pocos -muchos de ellos viven en Las Condes, precisamente- generen y acumulen casi toda la riqueza de este país, mientras la gran mayoría se las tiene que arreglar con lo justo y si es que tiene trabajo. El 10% de los chilenos no lo tiene, de hecho. Y ningún país próspero puede ser tal con ese nivel de desempleados.
Bueno, ahí me di cuenta de lo potente que es la imagen país que proyecta Las Condes, donde ahora están concentradas las empresas más importantes, las multinacionales, las que hacen negocios con el mundo. Estas oficinas se llenan de extranjeros, que maravillados con lo que ven, salen al exterior y hablan maravillas de Chile. Nos conviene, claro. Pero... ¿es la realidad de Las Condes la que queremos que ellos crean es la de todo Chile?

miércoles, octubre 18, 2006

Comenzando

















Bueno, dicen que todo tiene un comienzo. A veces hay más de uno. No sé cuántas veces he sentido que estoy comenzando de nuevo, yo diría que al menos un par de veces al año tengo esa sensación. Quienes me conocen saben que estoy constantemente buscando cosas nuevas que añadir a mi vida, que me permitan abrir la mirada siempre un poco más, llegar un poco más lejos, alcanzar estados superiores, plantear metas que me acerquen cada vez más a mis sueños.
No soy un tipo rutinario, aunque suelo caer en la trampa cada cierto tiempo. No me dura mucho rato, eso sí. Pronto comienzo a mirar a mi alrededor y a buscar el estímulo que necesito. Casi siempre lo encuentro en la gente que me rodea, aunque también en los lugares que frecuento, el espacio que recorro, las ideas que transitan y que rebotan hasta mis oídos, etc. He descubierto que no soy muy observador, pero sí permeable. Debo admitir que esta idea de crear un blog interesante y adulto (y no un "fotolog" adolescente) me rondaba la cabeza hace tiempo pero me animé hoy que estuve leyendo el blog de mi amigo-hermano Willy (http://wvaldes.blogspot.com/) y me inspiré. Así que aquí voy, espero dar vida a un espacio agradable para quienes lo visiten. Desde ya la invitación para todos quienes me conocen, o para quienes deseen conocerme. Conocen las reglas: respeto y tolerancia es lo principal. Comenten, opinen, una palabra a veces es más significativa que un tratado. Y toma tan poco tiempo...
Bienvenidos a mi blog. Están en su casa.